SALUD BUCAL EN EL EMBARAZO
Durante el embarazo se producen muchos cambios en nuestro organismo que se manifiestan en diferentes partes del cuerpo y, normalmente, la boca es la gran olvidada.
En esta etapa se producen muchos cambios hormonales y vasculares, aumento de la testosterona y volemia, que es el incremento de la sangre en el cuerpo de la madre para crear una nueva vida. Producto de ello, las encías pueden inflamarse, enrojecerse, sangrar y estar más sensibles a la presencia de placa y bacterias. A esto le llamamos gingivitis del embarazo, que se produce en 7 de cada 10 mujeres embarazadas, entre el tercer y octavo mes.
Existen estudios que indican que, si la gingivitis del embarazo no es controlada o si se producen otro tipo de enfermedades periodontales severas, existe mayor riesgo de sufrir partos prematuros, abortos, bebés con bajo peso y talla al nacer y pérdida de la dentadura de la madre.
Los vómitos y náuseas frecuentes, sobre todo durante el primer trimestre, producen que los ácidos gástricos se devuelvan a la boca, por lo que existe un mayor riesgo de sufrir desgaste en el esmalte dental y caries.
Pueden producirse, además, quistes o tumores benignos, también llamados granulomas del embarazo, que se manifiestan causando inflamación de las encías, con la particularidad de producir quistes. Esto desaparece después del embarazo.
Producto de los cambios hormonales, la saliva sufre algunas alteraciones y la composición de esta misma cambia. Podrías experimentar xerostomía fisiológica, que es una fuerte sequedad en la boca o, por el contrario, ptialismo o sialorrea que es exceso de salivación.
Ahora que conoces algunas alteraciones que se pueden producir a nivel bucal durante el embarazo, te dejamos algunos concejos para que cuides de tu salud oral en este periodo.
Acude a controles ontológicos y de higiene oral.
Refuerza tu higiene bucal lavando tus dientes, al menos, 3 veces al día, usando seda dental y productos con flúor.
Para no sufrir erosión de tu esmalte dental producto de los vómitos, enjuágate la boca con agua o enjuague bucal para eliminar los residuos.
Procura mantener una alimentación balanceada rica en calcio. Evita los azúcares y carbohidratos, ya que estos favorecen el proceso de las caries.
Evita el consumo excesivo de alimentos cítricos o ácidos. Estos pueden llevar al desgaste del esmalte de los dientes, es decir, producir una erosión dental, que, a su vez, produce sensibilidad.
Si experimentas alguna alteración de las ya descritas, no dudes en consultar con tu odontólogo, para darle un manejo adecuado y oportuno.
