LOS PRIMEROS 5 AÑOS DE EDAD, UNA ETAPA CRUCIAL

"Los acontecimientos ocurridos durante los primeros cinco años ejercen una influencia sobre la vida del hombre que no puede anular ningún suceso posterior". Así de tajante se manifestaba el fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud. Aunque esta contundencia nos puede parecer algo exagerada, no iba del todo desencaminado el doctor Freud. Porque los conocimientos actuales sobre el desarrollo cerebral del niño le dan en parte la razón. Ya que según demuestran las investigaciones más punteras todo se juega antes de los cinco años de edad.

Por ejemplo, se conoce que en el período intrauterino y hasta los 18 meses de edad el cerebro pasa por una etapa de superproducción de sustancia gris (constituye la corteza cerebral). Las conexiones neuronales (el "cableado" para entendernos) entre las 100.000 millones de neuronas del cerebro humano, se establece en los tres primeros años de la vida, alcanzando su máximo alrededor del primer año. Y sólo las conexiones activadas repetitivamente permanecen; el resto de neuronas inactivas, en franco desuso, se debilitan y terminan por desaparecer (gran parte de las neuronas del bebé se mueren antes de que cumpla los dos años). Se trata, pues, de una auténtica "poda" neuronal que sigue el principio de que "lo que no se usa se pierde" (ya se sabe, si no me muevo se me atrofian los músculos).

El cerebro de un bebé duplica su peso durante los seis primeros después del nacimiento. Y este cerebro se hace "adulto" entre los tres y los cinco años. A esta edad, lo que pesaba al nacer, 300 gramos, podrá pesar un kilo o más. A los seis años, el cerebro ya ha alcanzado el 90 por ciento de su tamaño definitivo. A la luz de estos datos han crecido la mayoría de métodos y programas de estimulación temprana que ahora son bastante considerados, bien sea en el área pedagógica como en la rehabilitadora (en los casos de niños con necesidades educativas especiales).