¿QUÉ ENTENDEMOS POR PUERPERIO EMOCIONAL?
El periodo posterior al parto lo conocemos como postparto o puerperio. En este periodo se establece el vínculo entre la mamá y la guagüita, y es el espacio en que las emociones de ambos se traslapan. Este es un acontecimiento afectivo y positivo que potencia el apego y asegura los cuidados que necesita el bebé recién nacido.
El nexo que se produce entre la mamá y la guagua es tan potente que se habla de una "fusión emocional". Por parte de la madre, nace el instinto de proteger a su guagüita y, por parte del bebé, se presenta la búsqueda de protección respecto a la madre. De esta forma, se establece el vínculo afectivo entre los dos.
En relación a la lactancia materna y el apego, el amamantar da el contacto físico y visual que la guagua necesita, ya que no sólo le otorga alimento y nutriente, sino que además, generamos bienestar emocional, cariño y seguridad para ambos.
Así mismo, la oxitocina y prolactina, hormonas que se activan durante la lactancia, hacen que la madre sienta una suerte de enamoramiento hacia su guagüita, lo que potencia sus ganas de cuidarlo y atender sus necesidades.
Sin embargo, el puerperio trae consigo momento difíciles, pues es un proceso de cambios para la mamá y para la guagua que ya vive fuera de su madre. A lo largo de las primeras semanas del bebé, se producen situaciones de intensidad emocional tanto para la madre como para él.
Cuando la madre intenta canalizar estas emociones puede sentirse desorientada o desencajada, razón por la cual puede manifestar sensaciones de ansiedad y confusión.
Es normal que la angustia y el temor aparezcan durante el puerperio, por lo que debemos buscar apoyo práctico y, sobre todo, emocional. El entorno cercano de la mamá es muy importante para superar los momentos de confusión y permitirá que ella se mantenga estable en el ámbito emocional.
Es importante siempre intentar comprender a la guagüita y mantener una actitud positiva en este periodo. Seguir el instinto materno es fundamental para la madre y el bebé.
