APRENDIZAJE COLABORATIVO, 10 CLAVES PARA DESCUBRIR SU POTENCIAL
El aprendizaje colaborativo es una de las bases esenciales de una nueva pedagogía que busca una transformación radical de la forma de enseñanza.
Los niños aprenden juntos, no sólo unos de otros, sino también pueden potenciar su aprendizaje desde la colaboración. Esta metodología permite una revolución en la forma de enseñanza.
1. Trabajo en equipo. En el aprendizaje colaborativo se trabaja en equipo (habitualmente, están formados por tres alumnos). Así, el escolar deja de estar solo en su mesa o sentado por parejas para integrarse en un grupo en el que va a trabajar de forma conjunta con el resto de sus compañeros.
2. Meta común. Con el trabajo colaborativo se persigue un objetivo común, para lo que se comparten todos los recursos e información. Así, aunque cada alumno se suele responsabilizar de una tarea, lo más importante es el bien común, alcanzar la meta conjunta. Todos son responsables del aprendizaje del resto de sus compañeros.
3. Metodología variada. En el aprendizaje colaborativo se emplea una muy variada metodología que propone un uso diferente de los espacios y del tiempo. Por ejemplo, la puerta de clase puede emplearse para enseñar los ángulos en matemáticas. Al trabajar los proyectos, los alumnos pueden proponer debates, hacer presentaciones, recurrir a material digital, preparar manualidades...
4. Protagonistas de su propio aprendizaje. La estructura deja de ser vertical para ser horizontal en el aprendizaje colaborativo. El niño ya no asiste a clases magistrales donde debe permanecer en silencio, sino que se convierte en protagonista de su propio aprendizaje, intercambiando experiencias, información, conocimientos, aptitudes...
5. Intercambio de igual a igual. El aprendizaje colaborativo iguala a todos los alumnos del equipo, que pueden expresar sus opiniones, ideas, propuestas... Esto fomenta la tolerancia, la confianza y la inclusión. El diálogo y el consenso son claves.
6. Atención a la diversidad. Aunque hay un objetivo común, si el aprendizaje colaborativo está bien diseñado, se tienen en cuenta las particularidades de cada alumno para crear estrategias personalizadas que se sumen a la común. Igualmente, la diversidad del grupo enriquece la experiencia conjunta.
7. Aprendizaje significativo. Cuando los niños se responsabilizan de su propio aprendizaje se sienten mucho más motivados y comprometidos y esto redunda en una mejor comprensión y asimilación de las materias.
8. Autoevaluación. Los proyectos que forman parte del aprendizaje colaborativo suelen ser autoevaluados por parte de los alumnos, lo que fomenta su capacidad autocrítica y su autoeficiencia.
9. Planificación. Aunque los alumnos toman el protagonismo, en el aprendizaje colaborativo el docente juega un papel fundamental para planificar con antelación y para acompañar en el proceso.
10. Interdisciplinaridad. El aprendizaje colaborativo puede aplicarse a cualquier materia; lo más habitual es que se combine con proyectos multidisciplinares donde se trabaje con varias asignaturas a la vez.