¿CUÁNDO QUITAR EL PAÑAL?
Lo primero que tenemos que saber es que quitar el pañal, en la gran mayoría de los casos, no es de un día para otro ni tampoco tiene que ver necesariamente con el buen clima; tampoco con la edad que nosotros como papás creemos que es la adecuada.
Debemos recordar también, que cada niño es diferente y tiene su propio ritmo, por lo tanto esto es un proceso individual.
Aclaremos que sacarse lo pañales es un paso a otra etapa y que no la podemos forzar. No podemos adelantar una etapa para el que niño, por sus características, aún no está preparado.
Estudios han demostrado que obligar al pequeño a sacarse los pañales antes de los tres años, produce inseguridad en relación a hacer sus deposiciones y falta de control de esfínter y extensos periodos de colchón mojado por las noches.
Como decíamos al principio, esto lleva un proceso hasta que el niño desarrolle el control total de su vejiga lo que depende exclusivamente de el mismo.
El niño comenzará a dar sus primeras señales cuando se encuentre preparado. Si lo obligamos y no puede ser frustrará y nosotros también, lo que no tiene ningún sentido.
Esto no se puede entrenar, pues cada niño tiene su propio proceso de maduración.
Sin embargo, tampoco es recomendable retrasarla si el niño ya te está dando señales de querer hacerlo. Lógicamente fallará en muchos intentos. No debemos jamás retarlo ni menos castigarlo pues no debemos involucrar emociones negativas en este proceso porque corremos el riesgo de que el pequeño se bloquee y no lo consiga.
Es ideal el refuerzo positivo cuando lo logre; felicitarlo, aplaudirlo, abrazarlo, etc. será algo muy bonito para él.
Por todo lo anterior, no debiéramos aplicar esas recetas mágicas que nos cuentan por ahí. Tiempo al tiempo respetando el proceso natural de nuestros hijos/as.
Las señales son bastante claras. Comienzan a sentarse en el baño como ven que lo hacen sus papás o ya comienzan a sentir que viene el pipí lo que es un gran paso aunque no logren llegar al baño.
Sus propios intereses también ayudan bastante. Cuando el niño ve a su mamá, papá o hermanos.
Vistas estas señales ya podemos pensar que el niño se está preparando para lograrlo.
Es importante señalar que hay situaciones específicas en que para el niño puede ser un proceso emocionalmente más difícil, como, por ejemplo, la llegada de un hermano, cambios de casa, o transiciones como pasar de la cuna a la cama.
Así que ya lo sabes, paciencia y tranquilidad son la clave.
Y tu hijo ¿Cuándo controló esfínteres?
