¡DEJEMOS QUE LOS NIÑOS SE ENSUCIEN!
Desde que nuestra guagüita llega a la casa, queremos tenerla casi dentro de una burbuja, alejada de gérmenes y suciedad a los que desde el primer día declaramos la guerra.
Como parte de nuestra rutina diaria está la desinfección de chupetes, mamaderas, juguetes y, en algunos casos, hasta evitar que nuestro hijo se ensucie.
Y es que nuestra creencia es que lejos de la suciedad los estamos manteniendo seguros, pero la pregunta que surge es ¿Tanta limpieza es realmente buena para su salud?
Una nueva investigación estadounidense dice que "NO", al mantenerlos demasiado limpios estamos aumentando el riesgo de enfermedades en medidas que ni siquiera imaginamos.
A continuación te dejamos 5 hechos que debes conocer sobre los niños y la suciedad:
Los microbios son necesarios para nuestra salud en general: Estudios han demostrado que los microbios son importantes para la salud de grandes y chicos y que mientras más diverso sea el microbioma e reducen las posibilidades de enfermarse.
Es más, una cucharita de tierra posee más microbios que todos los habitantes del planeta, por lo que debemos dejar de lado aquella obsesión que tenemos respecto a la limpieza si realmente queremos que nuestros hijos tengan una buena salud.
No vayamos en contra de la naturaleza del niño que ama jugar con tierra, saltar en charcos y hacer pastelitos de barro.
Los niños expuestos a limpiezas extremas tienen un creciente riesgo de infección: Sobre todo en temporada invernal, no queremos estar en contacto con gérmenes que puedan enfermarnos, por lo que nuestra idea de mantener todo limpio y desinfectado crece. Sin embargo, existen estudios que demuestran que niños expuestos a ambientes en extremo estériles contraen más infecciones que otros y tienen un mayor porcentaje de riesgo de contraer el virus de la gripe.
Los niños criados en el campo son menos propensos a tener alergias y asma.
Es un hecho que los niños criados en el campo están mucho más conectados con la tierra que los niños "urbanos", sin embargo esa no es la única razón por la que tienen menor riesgo a padecer alergias y asma según las investigaciones.
Así como señalamos con anterioridad, un microbioma diverso es esencial para una buena salud, y el suelo que se encuentra en el campo es el hogar de una variedad de animales y cultivos por lo que estos niños presentan mayores reacciones autoinmunes contra cientos de enfermedades.
Los estudios hasta la fecha no sugieren que la tierra trata las infecciones, alergias o problemas de asma, pero cuando los niños se exponen a ella en edades tempranas previenen infecciones y condiciones específicas.
La alimentación también juega un papel importante: No sólo la exposición excesiva al cloro y otros desinfectantes afectan nuestro microbioma y salud en general, los pesticidas comunes también podrían estar afectando nuestro bienestar sin darnos cuenta.
Cuando preparamos los alimentos, generalmente los lavamos antes de cocinarlos y sacamos los pesticidas, pero esto no significa que estemos expuestos a pocos o ningún microbio.
Al cultivar alimentos orgánicos se usan diferentes métodos que apoyan la proliferación de bacterias sanas y hongos beneficiosos que en algunos casos llegan a nuestra mesa, y tener acceso a estos alimentos cultivados en suelos ricos, con una mínima manipulación ofrece la oportunidad de diversificar el microbioma de la familia.
No se necesitan cambios drásticos para ser más sanos: De forma paulatina, los pequeños cambios serán importantes para mejorar el contacto de tu hijo con los microbios. No es necesario de que abruptamente botes el cloro o los lleves a vivir al campo.
¿Qué podemos hacer?
Durante el embarazo come una dieta bien balanceada que incluya probióticos.
No te obsesiones con desinfectar todo cuando nazca tu guaguita a menos que sea realmente necesario o el pediatra te lo haya aconsejado.
Cuando crezca déjalo jugar en el parque y hacer torres de barro.
Por otro lado los cambios en la dieta como eliminar cualquier desencadenante de alergias, y el acceso a productos de cosecha orgánica podrían requerir un poco más de planificación, aun así no son medidas drásticas para mejorar la salud, otro cambio de vida que podrías implementar junto a tu familia es pasar tiempo en el jardín, bosque o sentados en el suelo jugando y compartiendo un rato diferente.
Cuando estamos en espacios abiertos no sólo contribuimos a diversificar el microbioma de nuestro hijos, sino también aumentando su ingesta de vitamina D por medio de los rayos solares, nunca olvides que todo en exceso es dañino solo debes hacer cambios menores y seguir con tu estilo de vida saludable.
